El Tribunal Supremo refuerza la protección de los usuarios de servicios de pago frente a fraudes digitales. En una sentencia clave (STS 571/2025 de 9 de abril), que marca un precedente, el Alto Tribunal obliga a los bancos a asumir la responsabilidad por operaciones no autorizadas, derivadas de suplantación de identidad, incluso si se utilizaron las credenciales del cliente cuando no logran prevenir operaciones sospechosas como múltiples transferencias en horarios inusuales por grandes cantidades. En este caso, se subraya la importancia de la diligencia bancaria, la validez del consentimiento y la nulidad de cláusulas abusivas. A continuación, analizamos los hechos, la decisión del Tribunal y sus implicaciones. Leer más
(Fuente: Consejo General de la Abogacía Española)